Desde el primer día que llegue al rancho, fui bien recibida por Carolina y sus ayudantes. La dedicación de Carolina a estos niños hace que el programa funcione a una alta calidad. El cariño que tiene ella a sus alumnos se ve en la cara de ellos. Cuando los niños montan los caballos les da una confianza en que ellos pueden tener una vida normal. Ella esta tratando de abrir otros programas en diferentes lugares para que mas niños tengan la oportunidad de este programa. Es

mi esperanza que la fundación prospere para que más niños puedan lograr de este gran programa.

Gracias, Emily Gómez